Ministerio y organizacón

07.02.2012 14:37

 



MINISTERIO Y ORGANIZACION

 

 

 

                                           Alvaro Torres Forero

 

 

 

 

 

 

 

El ministerio es una actividad polifacética. El ministro, como cualquier otra persona, debe tener claro cuál es su función en la vida. Debe saber cuáles son las exigencias de Dios y cuales las expectativas de la sociedad en que vive.

 

Todo ministro se mueve en dos ámbitos. El espiritual propiamente dicho y el organizacional. Pero todo es parte de su vida. No importa a que tipo de organización pertenezca, el caso es el mismo.

Siempre tendrá que tener relaciones con otros y compromisos ineludibles. Nunca podrá evadir los estratos de autoridad. Nunca podrá quitarle el significado a su labor y mucho menos a la naturaleza de lo que hace y de lo que es.

 

Lo Que Somos.

Comencemos por decir que lo que somos, lo somos por  la “voluntad de Dios”. No nos hicimos ministros ni nos hicieron sino que Dios nos puso. De ahí se desprende que todo cuanto vivimos, padecemos o desarrollamos es atribuible al hecho de la relación que mantenemos con el Señor.

Como la Biblia usa las palabras “ministro” y “ministrar”, sería bueno darles un vistazo para que nos ubiquemos.

Doúlos;  Esclavo. Por lo tanto en un sentido calificado de sujeción o subordinación:-esclavitud, esclavo, servir, siervo

Cuando el apóstol Pablo se identifica como “ministro” del Señor lo hace utilizando esta palabra, claramente con la intención de fijar la relación que mantiene con el Señor Jesucristo. Porque la palabra “doulos” apunta en esa dirección: la relación de un hombre con su amo. (Romanos 1:1; Filipenses 1; 1; Tito 1:1.

Cuando se introduce con Filemón se titula “Prisionero”. Un hombre en cadenas, eso es lo que era y eso confesaba ser.

Es difícil para un hombre de la sociedad actual en la que nunca hemos visto a un verdadero esclavo, en la que además la idea de esclavitud repugna, comprender la relación que la Biblia nos está planteando. Pero esa es y no hay otra.

El saberse siervo tiene todo que ver con nuestro estatus social, económico cultural y religioso. En el sistema de  la esclavitud, hasta la vida del siervo le pertenecía al amo.El hacer la voluntad   del amo se convierte en su forma de vida. Me parece que tratando de evadir esta realidad los ministros se inventan un montón de razones para hacer o dejar de hacer cosas. Pero hemos sido comprados por precio y “no sois vuestros”.

Diakonéo;  ser servidor. Servir a. (domésticamente o como anfitrión, amigo, omaestro); actuar como diácono-administrar, ayudar, diaconado, expedir, ministrar, servir.     

Nos ha parecido que la palabra diacono hace referencia de forma exclusiva a unas personas que sirven solo como ayudantes y que son de mas bajo rango. Pero en la realidad  la palabra no se refiere a la persona sino al trabajo que desempeña.

En la carta a los romanos  y en la primera carta a Timoteo el apóstol Pablo dice que el Señor lo puso a ministrar a los santos y lo tuvo por fiel poniéndolo en el ministerio. En ambos casos usa la palabra “Diaconeo” en la que se enfatiza la labor que desempeñaba con relación a los santos. Dios no lo tuvo por fiel para hacerlo su siervo porque no hay que ser fiel para ser siervo pero siendo siervo si hay que tener algunas características para que le confíen ciertas funciones. 

Hay un aspecto del ministerio que se fundamenta en la confianza que despierta la persona.   Romanos 15: 25    1ª.Timoteo 1:12  

Leitourgós; servidor público, funcionario del templo o del evangelio, o adorador (de Dios) o benefactor (del hombre):-servidor, ministrador, ministro.

Esta palabra nos da otra dimensión del ministro como es la de encargado de los negocios.     

En Romanos 15:16 “por la gracia que de Dios me es dada para ser ministro de Jesucristo a los gentiles”,  encontramos al apóstol Pablo declarándose  “leiturgos”  de los negocios de Jesucristo a los gentiles. En Hebreos 8:2 “ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el  Señorse nos habla del Sumo sacerdotecomo el funcionario que se encarga de los negocios del tabernáculo. Y en Filipenses 2: 25” Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades”.   Es Epafrodito  a quien se le reconoce como quien le atiende los negocios al apóstol Pablo.

Esta es una de las facetas del ministerio y en ninguna manera una distorsión de lo que es ser ministro sino todo lo contrario. El hombre de Dios que es fiel y responsable merece que Dios lo ponga a administrar sus negocios  porque “el que no sabe gobernar su propia casa como cuidara de la iglesia de Dios”   . En varias parábolas del Señor Jesús aparece la imagen del servidor en esta línea

Juperétes; de  (remar); remero, subordinado (ayudante, sacristán, policía):-alguacil, ayudante, ministro, servidor.

Este termino aparece en 1ª.Corintios 4:1 “Así, pues, téngannos los hombres por “juperetes” de Cristo”

La idea de este verso es que el ministro es “el peón de brega” que arrastra los programas de su Señor. Es el remero que Dios ha puesto  para “remar” esta barca. Creo que el cuadro es bien vivido. Pero surge aun una palabra más es “oikonomo”. Siervo de confianza y administrador general, como lo fue José sobre toda la casa de Potifar y la de Faraón.

Viendo estos versos delineándonos unas realidades, tan exigentes  y especificas,  salta a la vista que el puesto del ministro, como se ha dicho, y no es un eufemismo,  es el cargo más elevado que un hombre puede tener.

Es cierto que la iglesia es un organismo, esto se dice en el sentido de que es viva y por enfatizar la forma en que sus  miembros se relacionan entre si. Pero esta afirmación no puede llevarnos a descuidar la organización porque cabria la pregunta: ¿Cuántos organismos desorganizados conocemos en la naturaleza? Dios nos ha dejado un modelo o por decir como la Biblia lo dice:” ”. Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;“    1ª.Pedro 2:21

Yo no abogaría por un determinado modelo organizacional. Pero de que necesitamos uno y que esto es la voluntad de Dios…de eso estoy seguro.

El hombre de Dios necesita entender que el tiene un carisma, una habilidad, y que el ministerio es la forma de desarrollar ese carisma. Esto debe hacerse dentro de un esquema en que el cuerpo reciba beneficio y crecimiento.

 

Hno. Álvaro Torres